Casandra Luna Torres Holz


Casandra Luna Torres Holz, nació el 30 de enero de 1989 en la ciudad de Santiago, es mi hermana mayor. Nuestro padre es llamado Bernardo quien vive en El Monte, pueblo cercano a Santiago y nuestra madre es llamada Evelyn quien en la actualidad vive en el Quisco, específicamente en Isla negra.

Casandra es una mujer brillante, una incondicional hermana, apañadora y gozadora con sus amistades, maravillosa hija, y grandiosa madre.

A lo largo de los 33 años que ha recorrido Casandra, ha tenido que enfrentarse a diferentes desafíos, algunos más fáciles y otros más complejo, algunos pudiendo sostenerlo y afrontarlos con redes de apoyo (principalmente amistades), o simplemente sola, donde se ha bancado, por ejemplo, la crianza de una lactante junto con es estudio de una carrera afrontarlos con redes de apoyo (principalmente amistades), o simplemente sola, donde se ha bancado, por ejemplo, la crianza de una lactante junto con es estudio de una carrera universitaria altamente exigente, con escaso apoyo, sin embargo, la perseverancia y las ganas de avanzar hicieron que todo el esfuerzo, sacrificio, postergación tenga hoy frutos de estabilidad junto a su hija Julieta.

Casandra Luna Torres Holz
Casandra Luna Torres Holz

Ha tolerado y resistido a los diferentes discursos dominante de la sociedad y de integrantes de la familia sobre juicios sobre su maternidad, su rol de mujer, su rol como trabajada, etc, logrando silenciar esas voces poco a poco y reconociéndose cómo ella quiere ser y no cómo debe ser.

Es muy nómade, ha vivido en diferentes partes de Chile en corto tiempo, lo que ha enriquecido de experiencias inolvidables y maravillosas junto siempre a la compañía de Julieta.

Se destaca por sus dotes culinarios, siendo esta vía, la forma más bonita y rica que tiene Casandra para expresar el amor a los que ama, y uff que se destaca!!

Me enorgullece ser su hermana, y destacó algo que siento que es muy importante y tiene que ver con cómo hacemos sentir al otro, y ella logra dejar huellas y memorias hermosas en otras personas y eso trasciende y jamás se olvida.

Quisiera que este escrito permitiera que ella jamás olvide lo hermosa y grandiosa que es, y que si alguna vez hay duda en ella, pudiese volver a leerlo, para que recuerde que sus palabras, su compañía, sus abrazos, su calor, su existencia es un regalo para quienes la rodean.