María José Torres Delgado

Soy hija de María Isabel Delgado Gallardo, mujer migrante nacional proveniente de la región de Los Lagos, Ciudad de Osorno. Mi padre, Ramón Torres Arroyo de la región de La Araucanía. Nací en Santiago y pasé mi primera infancia en esta ciudad. Posteriormente nos mudamos a Viña del Mar, donde he pasado la mayor parte de mi vida. Pero también he viviendo en Chiloé, Puerto Varas, Frutillar, Quilpué, Brasil y España.

Mis estudios comenzaron en la Escuela Oscar Castro, ubicado en la Comuna de La Florida, luego continué en la Escuela Guatemala y terminé la enseñanza media en el Liceo José Francisco Vergara, ambos ubicados en Viña del Mar. Al terminar la enseñanza media estudie Laboratorista Dental y al año siguiente ingrese a estudiar Psicología. Cuando terminaba mi formación profesional obtuve la beca Iberoamericana del Banco Santander y fui de intercambio por seis meses a Brasil.  Mis estudios de Post grado son: Diplomado de Estudios de Género y Diploma de postítulo en Género, Trabajo y Seguridad Social. 

Desde ahí he trabajado siempre para instituciones colaboradores del Estado, además fundé la ONG Familiarte, la que busca fortalecer a la identidad comunitaria a través de las culturas y las artes. Donde actualmente soy la presidenta. 

Desde los 15 años es que fui siendo consciente de algunas manifestaciones de la violencia de género respecto a los estereotipos físicos impuestos hacia las mujeres.  No soy feminista por los libros que leí, en mi entorno tampoco se hablaba de eso, soy feminista por mis propias vivencias, por las de mi madre y por lo evidenciado mi quehacer profesional. Ciento de mujeres en procesos de acompañamiento psicológico.

creamos este un museo no convencional, donde la existencia de este proyecto se vaya tejiendo con la participación activa de la comunidad y el equipo del Museo Virtual Homenajeando Mujeres. Teniendo en cuenta que, los patrimonios se resguardan no solo mirando el pasado, sino también el presente. Sobre todo cuando los procesos socioculturales van transformándose y cambiando en tiempo.

Barbara Vargas

Soy, como podría decir, una mujer algo gitana. Santiaguina pero de corazón San Vicentana y actualmente porteña. He vivido en diferentes ciudades y regiones en mi intención curiosa de conocer.

Soy la tercera de cuatro hermanos, somos una familia grande de harto esfuerzo y muchos aprendizajes. Creo que lo que más podría destacar es la perseverancia y el amor. Mis papás y mis dos michis son ese lugar seguro.

Psicóloga, me formé en la UST de Viña del Mar, me titulé con distinción máxima, lo que sentí como un gran logro, amaba mi carrera y si bien en algún momento de mi recorrido laboral me cuestioné si servía realmente para ésta, hoy me siento convencida que es lo que quiero seguir haciendo, confiando también en lo que entrego, siempre dispuesta a seguir creciendo y aprendiendo. Me formé en Traumaterapia y violencia, actualmente también tomo cursos clínicos. Trabajo en infancia y en consulta particular con mujeres, lo que me hace sensibilizar con la necesidad de alzar la voz por tantas que se sienten y han sido anuladas aún cuando su entrega en la familia y entorno que las rodea, ha sido la base y sostén para tantas generaciones exitosas y fuertes. Ellas son la base de todo. Trabajo con el daño, y desde ahí, considero que, como sociedad, debemos favorecer espacios que ayuden su reparación, que permitan a ellas resignificar para poder mirarse como mujeres merecedoras de respeto, amor y también cuidados.

Incursiono en el mundo de la escritura, el 2021 publiqué mi primera novela "La Garceta negra" que trata sobre cómo sanamos como mujeres cuando notamos los patrones de crianza que influyen en la forma en la que nos vemos a sí mismas y cómo interfieren al momento de tener una relación de pareja violenta. También he publicado otros cuentos y poemas.

Me gusta escribir, compartir y conversar, soy una convencida de la importancia de sumar espacios de mujeres para mostrarnos y reforzarnos en todas nuestras potencialidades, sanando y resignificando juntas las exigencias, estereotipos y privaciones que históricamente nos han impuesto, ser vistas como personas de derecho y oportunidades y no como objetos a disposición. El compromiso está en la autonomía saludable y consciente con todas.

Sobre este proyecto hermoso para el homenaje de diferentes mujeres, me encargo de leer y armonizar los escritos para potenciar, a través de la palabra, la belleza, fuerza y energía que cada mujer ha transmitido en su historia.